En un lejano país hay un profundo valle, cubierto siempre de niebla. Los habitantes de ese valle jamás han visto la brillante luz del Sol. Para ellos, la Luna y las estrellas son unas desconocidas.
Nadie ha subido nunca a las montañas para mirar qué hay al otro lado.
Los ancianos dicen a los adultos:
-No hay nada mas hermoso que nuestro país, y fuera de este valle no hay nada.
Los adultos dicen a los niños: -Todo lo que necesitamos está en nuestro valle, que es lo mas bello del Universo.
Los niños lo creen, y cuando son adultos y mas tarde ancianos, les dicen lo mismo a sus hjios y a sus nietos.
Así han transcurrido siempre los años y los siglos.
En el valle hay una fantástica ciudad llamada Bruma. Fuera de la ciudad vive Esteban con su abuelo. La gente dice cuando pasa por allí:
-Ahí viven esteban y su abuelo, el loco.
El abuelo afirma que detrás de las montañas hay un mundo brillante y lleno de color. Por eso los demás dijeron que estaba loco y lo echaron de la ciudad.
Esteban cree que lo que dice su abuelo es la verdad y quiere ayudarle a demostrarlo.
Pero su abuelo le explica un día:
- Esteban , yo ya soy muy viejo para subir a las montañas.
Algún día subirás tu y abrirás el camino de la luz. Pero antes debes crecer y ser fuerte para que nadie pueda detenerte.
Esteban pensó es anoche: " Quiero que mi abuelo pueda ver la luz del Sol antes de que su vida termine".
Y se pone en camino mientras el abuelo duerme.
Está muy oscuro, pero Esteban sigue adelante.
Oye el rumor del río, que le dice: "¡No vayas! Perderás el tiempo".
Esteban no hace caso. Sigue adelante.
El búho le dice:"¡No vayas! Fuera de aquí no hay nada que hacer".
Esteban sigue adelante.
Los lobos le dicen "¡No vayas! ¡Perecerás!".
Esteban sigue adelante. tiene miedo, pero sigue siempre adelante.
Amanece. La niebla está muy clara.
Esteban ha llegado a lo alto de una montaña. Por primera vez en su vida ve el Sol naciente. Arriba, todavía lucen algunas estrellas.
Desde allí pueden ver las nubes pegadas al valle.
las torres de Bruma sobresalen por encima de la niebla.
Esteban vuelve a la ciudad, acude al Consejo de Ancianos y les dice:
-He visto un mundo lleno de color más allá de las montañas.
-¡No es cierto!- contestan los ancianos-. ¡Nuestra ciudad es lo único que existe! Además...¿quién eres tu?
Alguien grita:
-Es Esteban, que se ha vuelto tan loco como su abuelo.
Y todos ríen.
Esteban se enfada:
-¡Lo he visto y todos podéis verlos! Las torres de este palacio son más altas que la niebla: ¡subamos a ellas!
-¡Está prohibido subir a las torres! Hay grandes peligros.
¡Nadie ha subido nunca!- responden los ancianos.
-Pues alguien tiene que ser el primero en hacerlo!- contesta Esteban, y sale corriendo hacia las escaleras. es muy ágil, corre a toda velocidad.
Los ancianos corren tras él gritando:
-¡Detente o llamaremos a los guardias!
Esteban se asusta pero sigue adelante.
Vienen los guardias y le persiguen.Al principio van muy deprisa. Pero las armaduras pesan mucho y los guardias terminan por cansarse. Entonces gritan:
-¡Vuelve aquí o irás a la cárcel!
Esteban se da cuenta de que ya no lo cogerán y sigue adelante.
Cuando llegan todos a la torre mas alta, se quedan maravillados.
-¡Oh! ¡Ah! ¡Oh!- exclaman.
Era cierto. Esteban y su abuelo tenían razón. Ante ello se extiende un mundo brillante y lleno de color.
Esteban los deja tan contentos y vuelve a su casa. Quiere contarle a su abuelo todo lo que ha pasado. El abuelo lo escucha lleno de alegría y después Esteban se va a dormir porque está muy cansado.
Pasó el tiempo. La ciudad de la niebla envió caravanas más allá del horizonte, y así los habitantes de Bruma conocieron el Sol.
También llegaron viajeros de extraños países que alabaron las bellezas de la ciudad.
En una casita en lo alto de la montaña, donde la luz y la niebla se besan, viven ahora Esteban y su abuelo.
La gente dice cuando pasa por allí:
-Allí viven Esteban y su abuelo, el sabio.
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