En el corazón profundo del bosque, la
tigresa llora la muerte de sus pequeños.
Unos cazadores los han abatido.No ha podido
salvarlos. Desde ese día deambula
por el bosque con el corazón lleno de odio
y de tristeza, merodeando por los poblados.
Una tarde ataca.destruye las casas, devora
a los hombres y a los animales,
pero
nada parece calmar su cólera. Al contrario, al día siguiente, la tigresa
ataca otro pueblo,
y luego otro y otro.
Al caer la noche se escuchan gritos de
terror por todo el valle.
El rey ha preparado a su ejercito. Hace
llamar a Lao Lao, una anciana
que sabe predecir el futuro tirando las
varas de bambú y los guijarros.
"majestad, no enviéis a vuestro
ejercito" , dice," Eso enfurecerá a la tigresa aún mas.
Sólo una cosa puede apaciguar su cólera. Debéis ofrecerle a vuestro hijo
Wen".
"Sacrificar a mi hijo?", exclama
el rey.
"Os prometo que no le ocurrirá ningún mal, Majestad":
El rey y la reina tienen roto el corazón,
pero Wen no parece triste ni asustado.
Cuando termina su baño caliente tiene listo
su equipaje.
La reina le da una pieza de jade para
protegerle: "Allí donde estés, yo estaré contigo,
hijo mío".
Al amanecer, el rey acompaña a Wen hasta el
gran bosque.
"Ahora, debes de continuar tu solo. Al
fin de este puente se encuentra el
territorio de la tigresa. No tengas miedo.
No te ocurrirá nada."
Cruza el puente y se adentra en el bosque.
Wen camina mucho rato.
Luego, fatigado, se duerme a los pies de un
àrbol.
La tigresa siente el olor de Wen.
Se acerca sigilosamente para devorarle.
de golpe, algo le viene a la memoria.
Coge a Wen con su boca tal como lo hacía
con sus pequeños.
Repentinamente toda su cólera desaparece.
Con mucho cuidado, la tigresa deja a Wen en
el suelo...
... y se recuesta junto a él para darle
calor.
"¿Tienes hambre?", le pregunta
Wen al despertar, ofrecièndole las provisiones de su zurròn.
"¿Conoces la danza del Tambor
Real?"
La tigresa, sin contestar, se lo lleva a
través de la montaña,
justo hasta la entrada de una gruta.
La gruta es un pasaje...
...que conduce al corazón de su territorio.
Wen está maravillado.
Un día, a la hora de la siesta, Wen
descubre la punta de una flecha
en el pelaje de la tigresa. Ésta se levanta
sobresaltada y ruge.
El hiriente recuerdo le despierta su
cólera.
Parece dispuesta a devorar a Wen
inmediatamente.
Pero en instantes los asustados ojos de Wen
le recuerdan a la tigresa la mirada de sus
pequeños.
Su instinto de madre aflora.
Coge cuidadosamente a Wen y le tranquiliza.
La tigresa no vuele a atacar nunca mas a
los poblados.
Cuida de Wen día y noche y le enseña todo
lo que debe saber un pequeño tigre.
Pasan las estaciones y Wen crece.
Pronto el bosque no tendrá secretos para
él.
Pero en palacio, el rey y la reina están
enfermos de tristeza.
Se preguntan si su hijo estará vivo.
Un día el rey no aguanta mas y envía al
ejercito en su busca.
Los soldados se despliegan por el bosque...
... y encienden fuegos.
Wen la tigresa caen en una trampa.
Wen se interpone entre los soldados y la
tigresa para protegerla.
"¡No disparéis!", grita.
"Retroceded!".
De repente, se escucha una voz femenina:
"¡dejadme paso!"
Es la reina. Atraviesa la fila de soldados
y corre hacia su hijo.
Wen reconoce enseguida a su madre.
"Tigresa" dice Wen, "esta es
mi otra madre.
las dos son mis madres, la una del bosque,
la otra del palacio.
Ahora he de regresar a palacio para aprender lo que deben saber
los príncipes.
Pero volveré a menudo, porque no quiero
olvidar lo que saben los tigres."
La tigresa se aleja lentamente y desaparece
en el bosque.
Cada año, Wen regresa a ver a la tigresa,
que le espera a la entrada de la gruta.
Un día, vuelve con un niño en los brazos.
"Es mi hijo" le dice. Tenlo
contigo el tiempo que sea necesario para enseñarle
todo lo que debe saber un tigre.
Entonces podrá convertirse en un
príncipe".
Mi cuento favorito desde los 6 años❤
ResponderEliminarme encanta esta cuento es uno de mis favoritos
ResponderEliminarLo leeia todos los días
ResponderEliminarmi cuento favorito
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